La calefacción puede representar hasta el 60% del presupuesto total de energía de una escuela, según el Carbon Trust, por lo que la decisión sobre cómo calentar los edificios escolares tiene un gran impacto en los presupuestos de la organización.
Muchas escuelas todavía dependen de calderas centralizadas y aunque la tecnología ha mejorado su eficiencia a lo largo de los años, no pueden competir con la eficiencia de hasta el 98% de los calentadores infrarrojos. Y esa alta eficiencia puede significar ahorros de costos en el rango de 30% - 70% dependiendo del sistema que los calentadores infrarrojos están reemplazando.
Pero no es sólo la reducción de costos lo que hace que los calentadores infrarrojos sean una opción ideal para uso educativo. Otro beneficio clave es la capacidad de control. Los calentadores infrarrojos se pueden controlar digitalmente con nuestra gama de termostatos y se cronometran para encender y apagar solo cuando una habitación está ocupada.
El calor infrarrojo también tiene beneficios para la salud. A diferencia de las formas de calentamiento que se basan en la convención de aire caliente para transmitir calor, el calor infrarrojo no circula polvo y partículas de polen. Esto puede ayudar a reducir los síntomas de los alumnos con alergias.